Aprender el conocimiento directamente de los sabios.
El sheikh Uthaymin explica que una de las obligaciones sobre las cuales un estudiante de conocimiento debe atenerse, es adquirir el conocimiento directamente de los sabios. De este modo, el estudiante obtendrá las siguientes ventajas.
1.- El recorrido hacia la obtención del conocimiento será más breve. En vez de pasar de un libro a otro tratando de detectar la opinión más confiable sobre un tema específico y sus argumentos, así como la opinión más débil de ese tema en particular y las razones que hay tras ello. En lugar de atravesar este largo proceso, el maestro le dará lo que busca siguiendo un camino más fácil, mostrándole (dos, tres o más de tres) diferentes puntos de vista de la gente de conocimiento (los sabios), aclarando así las opiniones sustentadas por la mejor evidencia. No hay duda de que esto es una ventaja para el estudiante.
2.- El sabio aumentará su capacidad para comprender rápidamente un tema, porque cuando el buscador de conocimiento lee junto a un sabio, comprende el tema mucho más rápido que cuando estudia por su cuenta; esto ocurre porque durante el estudio, el podría tropezarse con afirmaciones o expresiones difíciles, por ello necesita de mayor atención y reflexión además de tiempo y esfuerzo para comprenderlas; sin mencionar que el estudiante podría interpretar tal texto de forma errónea y la consecuencia sería actuar en base a eso (el error).
3.- Favorecer la unión entre el estudiante de conocimiento y los sabios, de los jóvenes estudiantes con los más ancianos.
Estas son las ventajas de adquirir el conocimiento directamente de los sabios. Sin embargo, como hemos remarcado anteriormente, es obligatorio para una persona seguir a un sabio que sea fiable y válido, uno que posea una comprensión y un conocimiento profundo, no superficial, veraz y decidido en el cumplimiento de sus obligaciones así como en el cumplimiento de los actos de adoración.
Cierto es que un estudiante sigue los pasos de su maestro.
Sharh Hilyati Talibil ‘Ilm, página 105-106.
Traducido del italiano al español por Ummu Khalid Alandalusia.