La prohibición de que las mujeres se acicalen o … Alifta.

…descubran su rostro

Alabado sea Allah, Señor de los Mundos. Que Allah bendiga al mejor de todos Sus criaturas, nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros y aquellos que siguen su Camino y se guían por él, hasta el Día de la Retribución.

La mayor bendición concedida por Allah a Sus siervos es el Islam y la guía a seguir la shari'ah (Ley Islámica) de la mejor de las criaturas, porque esta shari'ah contiene el bien, la felicidad en la vida mundana, y la victoria, el éxito y la salvación, en el Día de la Resurrección para el que se aferre a ella y siga su proceso estricto.

El Islam vino a preservar y mantener la dignidad de la mujer, ponerla en una posición conveniente e incitó a alejarla de todo lo que puede dañarla o afectar su dignidad. Por eso, le prohibió aislarse con los hombres ajenos, viajar sin mahram (parientes incasables) y acicalarse, algo muy aborrecido por Allah -Exaltado sea- en la época pre-islámica, porque era uno de las motivos que conducían a la tentación por las mujeres y a la aparición de las obscenidades; como dice Allah -Exaltado sea-: "Y permaneced en vuestras casas, no os adornéis con los adornos del tiempo de la ignorancia". La exhibición es mostrar los encantos y adornos. El Islam prohibió a la mujer mezclarse con los hombres que son ajenos a ella, y ser suave a la hora de hablar para evitar los motivos que conducen a la seducción y al anhelo de cometer actos inmorales, como dice Allah -Exaltado sea-: " ¡Mujeres del Profeta! No sois como cualquier otra mujer; si tenéis temor (de Allah). Así pues no seáis suaves al hablar de manera que aquel en cuyo corazón hay una enfermedad pueda sentir deseo; hablad con palabras adecuadas" La enfermedad aquí refiere a la enfermedad de los antojos. También, le ordenó ser decente en sus vestidos imponiéndole llevar al-higab (velo), ya que la protege y purifica los corazones de todos, Allah -Exaltado sea- dice: " ¡Profeta! Di a tus esposas e hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo más adecuado para que se las reconozca y no se las ofenda. Allah es Perdonador, Compasivo"

Allah -Exaltado sea- dice: " Y cuando les pidáis a ellas algún menester hacedlo desde detrás de una cortina, esto es más puro para vuestros corazones y para los suyos" Hasta el final de la aleya.

Ellas -que Allah esté complacido con ellas- obedecieron el mandamiento de Allah y de Su Mensajero y se apresuraron a llevar al-higab y a cubrirse delante de los hombres ajenos. Fue narrado por Abu Dawud con un Isnad (cadena de narradores) de grado bueno bajo la autoridad de Umm Salama -que Allah esté complacido con ella- dijo: "Cuando esta aleya ha sido revelada, las mujeres medinenses salieron, como si se llevaran cuervos sobre sus cabezas; debido a aquellos vestidos negros que llevaban." Asimismo, fue narrado por el Imam Ahmad, Abu Dawud e Ibn Maga bajo la autoridad de la madre de los creyentes ‘A’isha -que Allah esté complacido con ella- dijo: "Los caballeros pasaban por nosotros mientras estábamos en el estado del Ihram con el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- y cuando estaban a nuestro lado, cada una de nosotras bajaba el velo de la cabeza para cubrirse el rostro, y cuando ya habían pasado, lo descubríamos."
La madre de los creyentes ‘A’isha -que Allah esté complacido con ella- es la mujer más perfecta en cuanto a la religión, el conocimiento, la moral y la conducta. El Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo acerca de ella: " La ventaja de ‘A’isha con respecto a las demás mujeres es tan grandiosa como la ventaja de al-Tharid (plato de pan, carne y caldo) con respecto a los demás tipos de comida." .
Además, se comprobó que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- cuando ordenó que salieran las mujeres al lugar de la oración de la fiesta, éstas dijeron: "¡Oh, Mensajero de Allah! Algunas de nosotras no tienen jilbab (túnica suelta que cubre todo el cuerpo)". El Profeta dijo: "Que su hermana le preste uno de sus jilbab". Recopilado por Al-Bujari y Muslim. Se puede deducir de este hadiz que las mujeres de los Compañeros solían llevar al-jilbab cuando iban a salir, porque el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- no les permitió salir sin ello, para bloquear todos los los medios que conducen a la seducción, protegerlas de la corrupción y purificar los corazones de todas ellas, a pesar de que vivían en el mejor de los siglos en que los hombres y las mujeres eran gente de fe y más alejados de las acusaciones y de la duda. Fue auténticamente narrado en los dos Sahih (Bujari y Muslim), bajo la autoridad de ‘A’isha -que Allah esté complacido con ella- dijo: "Las mujeres creyentes asistían a la oración de al-fajr (el amanecer) dirigida por el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, envueltas completamente en sus vestidos; luego regresaban a sus casas, sin que nadie pudiera reconocerlas de la oscuridad".

Este hadiz indica que al-jilbab y el encubrimiento era la costumbre de las mujeres de los Compañeros que eran los mejores y más nobles de los siglos para Allah -Exaltado sea- y los que tenían cualidades más elevadas, mejor ética, perfecta fe y buena obra. Eran un buen ejemplo a seguir por las generaciones posteriores con respecto a sus comportamientos y sus obras.

Teniendo tal cuestión en consideración, queda claro que lo que hacen algunas mujeres en este tiempo, exhibiendo sus adornos, el descuido de al-jilbab, mostrando su belleza a los ajenos, y salir a los mercados totalmente maquilladas y perfumadas es una contradicción a las pruebas de la shari'ah y a los comportamientos de los Salaf Salih (piadosos predecesores). Es un acto censurable que los gobernantes, los ulemas, los emires y las personas nobles deben cambiarlo y no aprobarlo, cada uno según su capacidad y los medios que posee para impedir y poner fin a este acto censurable. Tienen que obligar a las mujeres a cubrirse delante de los hombres, a llevar los vestidos discretos y modestos y no mezclarse con los hombres en los mercados.
Entre los actos censurables innovados por la gente en este tiempo es poner un estrado en la sala de bodas para la novia, donde se sienta con su esposo en la presencia de mujeres descubiertas y exhibidas y tal vez con la asistencia de algunos de sus familiares varones. Es evidente a los que poseen la menor razón y los celos religiosos, que este acto contiene una gran corrupción y permite a los hombres ajenos observar a las mujeres encantadoras y maquilladas, lo que provoca graves consecuencias. Por lo tanto, hay que prohibir este acto e impedirlo completamente para poner fin a los motivos que conducen a la seducción y para preservar a las sociedades femeninas de lo que contradice la purificada shari'ah. Aconsejo a todos mis hermanos musulmanes de este país y de otras partes que teman a Allah, se aferren a Su shari'ah en todos los asuntos, tengan cuidado con todo lo que les prohibió Allah y se alejen de los motivos que conducen al mal y a la corrupción en las bodas u otros actos, esperando la satisfacción de Allah -Exaltado y Glorificado sea- y evitando los motivos que provocan Su ira y Su castigo.
Pido a Allah, el Generoso, que nos dé la gracia, tanto a nosotros como a todos los musulmanes para seguir Su Glorioso Libro y aferrarse a la guía de Su Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-, que nos proteja de los extravíos de las seducciones y nos preserve de seguir nuestras pasiones, y que nos manifieste la verdad y nos guíe a seguirla y nos manifieste la falsificación y nos guíe a evitarla. Ciertamente Él es el mejor invocado.
¡Que Allah bendiga a Su siervo y mensajero, nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!


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